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La Villarrica olvida de los gobiernos del Tolima: Por Jorge Pérez

La Villarrica olvida de los gobiernos del Tolima: Por Jorge Pérez

Foto: Villarrica Tolima. cambioin.com

Por: Editor Ibagué - Publicado en junio 01, 2020

Por:Jorge Orlando Pérez Contreras, Trabajador de la salud desde el 3 de septiembre de 1979. Villarrica, mayo de 2020

JUSTICIA PANDEMICA.

En Villarrica Tolima un pueblo olvidado de los planes de desarrollo y que hace exactamente 65 años fue declarado todo el oriente del Tolima como zona de operaciones militares. “Aviones militares distribuyeron el cuatro de Abril, en el oriente del Tolima, una circular del comando de destacamento de Sumapaz.

“A partir de hoy -decía esa circular-, hasta nueva orden, todo el oriente del Tolima quedó comprendido en la zona de operaciones militares”. La medida fue tomada a causa de la grave situación de orden público que afectaba el sector.” (diario el Nacional, Gabriel García Márquez, El drama de 3.000 niños desplazados mayo de 1955.) 
Hoy es un virus el que nos tiene en operaciones especiales; cuarentena, emergencia sanitaria, económica, social y ambiental, confinados, asalto al erario público, alarmados y casi que llegando al miedo-histeria colectivo: todo lo que se mueva parece ser blanco pandémico. Y quien creyera antes el campesino semiorganizado se cubría el rostro como defensa y hoy estamos igual. Cubriéndonos con tapabocas de dudosa calidad por la falta de control y mal usados. (estorban decía una abuelita como le dice ahora a los ciudadanos, -el presidente Uribe disculpe el presidente Duque- que han superado la baya de los Setenta años.

“Desde el 4 de abril, día en que se constituyo la zona de operaciones militares, hasta el 15 del mismo mes, no se recibió de Villarrica ninguna noticia que no fuera oficial. El 15 se rompió el duro cerco de control militar en la zona afectada por la violencia, y se supo que 1.200 exiliados de Villarrica habían llegado a Ibagué, en 35 camiones del ejercito nacional” ahora es voz popular que ciudadanos de Villarrica residentes en otras ciudades regresan sin importar los cercos militares y ciudadanos; huyendo del virus o transportándolo, pueden ser asintomáticos.

Sigue diciendo el historio reportaje: “Algunos llegaron afectados de enteritis y fueron atendidos oportunamente por los médicos de las fuerzas armadas.” Hoy todavía Villarrica consume agua cruda y los médicos civiles siguen tratando oportunamente enfermedades de origen hídrico. 
El pasado 15 de mayo una paciente mujer de 42 años fue atendida como sospechosa de covid 19 lección aprendida y pasamos la materia raspando. Le ordenaron prueba PSR, la Bacterióloga tomo la muestra y se traslado a Ibagué para que a las Dos de la tarde de ese mismo dia saliera para Bogotá en Avión. (siguiendo los protocolos,)ya llego el resultado de la muestra; falsa alarma, NEGATIVO. A seguir cuidándonos.
En el transporte de la muestra me cole (como buen Colombiano) y en el control legal o ilegal ubicado debajo del sitio conocido popularmente con el nombre del santo nos registraron los nombres pero cuando les dijimos que llevamos la muestra, por obvias razones; miedo natural no registraron la ambulancia.
Pues ahí empieza mi juicio pandémico; sin pruebas, al regreso; ya venía en moto, fui atendido en el mismo control registrado nuevamente y tomado la temperatura 34.2 grados centígrados, síntomas de hipotermia y fui notificado en estrados que la “comunidad” pedía mi arresto domiciliario. Sin siquiera ser juzgado como contacto estrecho.
Para hacer pedagogía pandémica me puse de tapabocas un pañuelo al mejor estilo de estudiante rebelde y se logró el objetivo; el justiciero mayor y su tribunal ciudadano sentenciaron mi arresto pandémico domiciliario; como es nueva esta justicia no sabían cuantos días seria mi pena y la pena mayor es que el notificador escogido fue mi Jefe; el Gerente. “Mi defensa fue con el mejor abogado: uno mismo y fue contundente: si quieren hacer Justicia pandémica bienvenida disparen.” Mas bien me declaro en desobediencia civil y sigo trabajando, así nos llamen héroes; sin pago oportuno. Ni héroes ni heroínas y si ciudadanos con deberes y derechos. Capaces de imaginarnos un mundo mejor. Tengo claro que cuidándome cuido a los demás, también tengo familia.

Por: Jorge Orlando Pérez Contreras Trabajador de la salud desde el 3 de septiembre de 1979. Villarrica, mayo de 2020

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