Por: Resumen De Noticias - Publicado en enero 29, 2020
Informe Especial cambioin.com
Bochornoso espectáculo les tocó presenciar a los habituales transeúntes de la traginada carrera tercera con calle 12 de Ibagué, frente a un tradicional restaurante de pollo, cuya marca es conocida a nivel nacional. Un hombre hizo aireado reclamo a reconocido político de la ciudad, por una vieja deuda económica, cuya cifra tiene varios ceros y se conoció porque el ofendido le gritaba que le cancelara "esa cifra", que no fuera pícaro.
A las 5: 15 de la tarde de ayer martes 28 de enero de 2020, cuando aún brillaban los rayos de la luz solar, y comenzaba a tornarse concurrida la carrera tercera, bajaba por esa arteria principal de la capital del Tolima, un político que en las pasadas elecciones aspiró a un cargo de elección popular en esta ciudad y no quedó ni entre los últimos. Estaba acompañado de dos jóvenes, y un trabajador de la alcaldía, cuando llegó a la calle 12, se encontró con un hombre de contextura gruesa, sin pelo, quien apenas lo vio comenzó a gritarle al político que era un pícaro.
Era tan duro el tono utilizado por el ofendido hombre, que sin importar todos los ruidos que se conbinan en la carrera tercera con calle doce, se escuchaba clarito cada insulto que recibía el político quien pese a tener fama de peleador, sólo palideció frente a los reclamos.
La persona que hacia el reclamo expresaba que no podía creer como siendo amigos de infancia del barrio los Parrales, le hubiera sacado... (nombraba el monto de la plata) para hacer campaña a la cámara de representantes, donde salió la primera vez y la segunda no, luego ocupo varios cargos importantes a nivel nacional donde llego a volar muy alto en su vida pública. Posteriormente llegó a esta ciudad a disputar uno de los cargos importantes de elección popular, pero no le alcanzó la votación; luego se fue para el exterior y ahora volvió diciendo que no tiene plata y no puede pagar. Le gritaba el enfurecido hombre, (pero utilizando con otras palabras acompañadas de groserías).
El político sólo trataba de salir del lugar para evitar el momento tan incómodo por el que estaba pasando, pero su agresor de palabra, no paraba y le repetía pague pícaro que me debe... diciendo la cifra total de la deuda, y más de uno de los presentes que escuchaba la cifra, atinaban a decir que por esa cifra ya le hubieran dado en la boca al político que fue reconocido por los presentes y le gritaban paguele al señor político corrupto.
Todo lo relatado sucedió rápidamente pero para el político, tuvo que ser una eternidad ese momento, del cual lo sacaron quienes lo acompañaban porque ni mover se podía el excandidato.
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