¿En donde quedó el glorioso partido Liberal en Ibagué?

De las atiborradas reuniones en grandes salones o fincas con cientos de personas presentes, duros debates, disputas a grito herido durante horas para escoger los candidatos oficiales del partido liberal. Sólo queda el recuerdo. Así quedó evidenciado este año 2019 cuando en un pequeño recinto de la sede de ese partido en la capital del Tolima, se escogió por una mínima votación, al aspirante a la alcaldía de Ibagué. Mientras que, para la gobernación, aún no se sabe quien recoja las banderas de esa colectividad. Augurando así un triste fin para el otrora partido fuerte de la tierra pijao, que, si bien es cierto, se niega a tener un triste fin, tampoco hace nada para recuperar su rumbo.

El pasado 21 de marzo de 2019 en horas de la mañana en la casa liberal ubicada en la carrera octava con calle veinte esquina del barrio Interlaken, se adelantó a puerta cerrada la reunión de directorio de esa colectividad, en donde determinaron escoger ese día y contando solo con los presentes, el candidato único a la alcaldía de Ibagué para las elecciones de octubre del presente año. Rompiendo con esa decisión   la manera histórica que tenía ese movimiento de hacer ese tipo de escogencia, lo cual regularmente era por medio de consulta o un mecanismo donde participaran la mayoría de sus integrantes, hecho que generó gran malestar al interior de su militancia.

Para el partido rojo elegir sus candidatos únicos a las diferentes corporaciones en especial la alcaldía de Ibagué era la manera clara de demostrar el poderío del liberalismo en la región, Pero hoy por el contrario 16 integrantes del directorio, escogieron a dedo al concejal suspendido de sus funciones por la procuraduría general de la nación Camilo Ernesto Delgado Herrera, para darle el aval más disputado y celosamente guardado en otros épocas.

Esta opinión no pone en duda las capacidades y cualidades del candidato ungido, sólo pretende demostrar que mientras otros partidos aprendieron de sus errores realizando una reingeniería para crecer y atraer más simpatizantes. El liberalismo en esta región viene en picada que se ve reflejada de elección en elección, sin que los responsables de administrar la colectividad en el Tolima renuncien en señal de gallardía por desviar el futuro de un partido que promueve la libertad, los derechos de las personas y no las mangualas que todos ven y por eso muchos terminaron buscando nuevas alternativas.

Es un triste fin para un partido tan grande en la historia del departamento y que ha sido mal manejado por sus principales dirigentes en los últimos años.

 

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