El coronavirus cambio las costumbres hasta en la cárcel

EL COIBA PICALEÑA,
Una bomba de tiempo cuyo detonante es el COVID-19

Especial escrito y producido por RODRIGO ARIZA

“Estar preso no es estar recibiendo una pena como castigo, es estar sometido a una venganza del Estado”.

“Ser peor que el propio reo en la pena que aplica, deslegitima al Estado”. “Colombia es un Estado que aplica la venganza por encima de la justicia”.

Estos son apartes de la entrevista que la alizanza canicaradio.com y cambioin.com le hicieron a un recluso del Coiba de Picaleña. El entrevistado alias El Profe, un hombre versado, catedrático, con una familia admirable, que fue condenado y que en los años que ha permanecido en la cárcel ha aprovechado sus tiempo y se ha preparado para enfrentar de nuevo a la sociedad ya en libertad, libertad que está próximo a recibir.

Esperamos que nos acompañen con este primer informe de Cuarentena desde las cárceles de Colombia:

IBAGUÉ l Justicia. En tiempos de pandemia nos hemos preocupado por los niños, los
ancianos, las mujeres gestantes, los enfermos, las mascotas, los empleos, el estudio, y no hemos escuchado que alguien se preocupe por quienes están privados de la libertad en las cárceles colombianas.
Los presos son parte aparte de la sociedad, la mayoría de ellos están en proceso de
resocialización voluntaria porque quieren recuperar a sus familias, amigos y empleos.
Se dice que de cada 380 familias, una tiene un ser querido privado de la libertad, y de acuerdo a un estudio adelantado por la Universidad Javeriana, Colombia alcanzaría la cifra de 130.000 detenidos en el 2020 130.000 privados de la libertad aproximadamente que por el tiempo de hacinamiento y cuarentena, no reciben visitas y tampoco reciben un trato especial, pareciera que todos se olvidaron de ellos.

Pero no podemos desconocer que en cada uno de los 138 penales que hay en Colombia,
se encuentran hombres y mujeres colombianos; algunos reincidentes, otros arrepentidos y listos para reintegrarse al seno de sus hogares. Cada colombiano privado de la libertad tiene un caso diferente, un delito distinto y unos pensamientos propios de cada quien, pero la gran mayoría quiere con obras, borrar el pasado que los llevó a vivir la peor de las desgracias entre rejas.

El estar presos no significa estar “libres del contagio”, si los presos no están protegidos al igual que toda la población, ellos se convierten en un blanco desprotegido para que el COVID-19 los contagie; en el Coiba Picaleña, dicen los reclusos que no tienen ninguna protección, no usan tapaboca, no utilizan ningún desinfectante especial, ni antibacterial, pero están propensos a ser contagiados y a multiplicar el contagio por el contacto que tienen con los que entran y salen: los guardias, los encargados de los alimentos, los auxiliares, personal que trabaja en las instalaciones y que son externos.

El gobierno debería escuchar las peticiones de los reclusos, analizar cada caso y
determinar para ellos y por esta pandemia, un Jubileo, habeas corpus, perdón y olvido o
borrón y cuenta nueva.
Con esta prórroga se beneficia el país pues se acabaría el hacinamiento en las cárceles, se le daría la oportunidad a muchos colombianos de reinsertarse a la sociedad, se le devolvería a una familia padres, hijos, esposos, nietos y personas productivas para un país con necesidad de mano de obra cualificada y cuantificada.

Los reclusos casi unánimes, le piden al señor Presidente Iván Duque Márquez y a la Ministra de Justicia Margarita Cabello Blanco, que consideren las penas y las oportunidades
a las que tienen derecho estos colombianos que necesitan re-socializarse y regresar al seno de sus hogares.

En una próxima entrega, otro artículo y otra entrevista con otro colombiano privado de la
libertad que clama por una oportunidad...

Audio: Alias el profe Coiba de Picaleña. Canicaradio.com en alianza con cambioin.com


Estas leyendo cambioin.com