Cambian fiscal en caso alcalde de Ibagué, para evitar escándalo

Primicia unidad investigativa cambioin.com

Desde el 11 de mayo de 2016 cuando cambioin.com el portal de noticias denunció el caso de la firma de unas escrituras por parte del alcalde de Ibagué Guillermo Alfonso Jaramillo y su esposa Vilma Piedad Gómez Cano, junto a un familiar que estaba muerto para la época del trámite. La investigación no había avanzado mucho, sólo hasta ahora donde el proceso tuvo un giro insospechado al interior de la sede del bunker de la fiscalía general de la nación en la capital del Tolima.

El caso

La polémica historia que tiene en líos judiciales al jefe de gobierno local y a su esposa comenzó con la negociación registrada el día 11 de julio del año 2012, en la notaria primera de Ibagué bajo la escritura pública número 1854. Específicamente ese día Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez y su esposa Vilma Piedad Gómez Cano, le compraron por un millón de pesos a Gabriel Jaramillo Roncancio, las áreas de la servidumbre por donde tenía que pasar el acueducto para surtir de agua el predio que los esposos Jaramillo- Gómez, le habían comprado con anterioridad a esa misma persona. La notaria primera de Ibagué Doris Mora Orrego firmó dando fe junto a la copia de las tres cedulas de ciudadanías de los intervinientes que estaban presentes en su despacho. Pero el asunto radica en que el señor Gabriel Jaramillo Roncancio, nunca pudo haberles vendido la servidumbre ese día y mucho poner su rúbrica ese 11 de julio de 2012, porque había muerto desde el día 16 de junio del año 2012, casi un mes antes, inclusive su cedula fue dada de baja por la registraduría cinco días después de su deceso.

La actuación

Desde el día que este medio de comunicación digital puso al descubierto el caso, fue el fiscal 50 especializado Eduardo Jaramillo Jaramillo, quien entró a investigar esos hechos, pero desde ese mismo momento todo va a pasos muy lento. Desde la recolección de las pruebas hasta adelantar el primer interrogatorio a Guillermo Alfonso Jaramillo alcalde de Ibagué, ha pasado un año y hasta hoy el avance ha sido nulo. Pero fue una novedad la que altero el paquidérmico caso.

El escándalo

Esta redacción se enteró por fuentes al interior de la propia fiscalía general de la nación que un hecho delicado hizo dar un giro de 180 grados al proceso. Una queja por un ingreso poco usual a las instalaciones de la fiscalía de la calle 19 con carrera quinta, un día sábado de una persona que se habría identificado como el alcalde de Ibagué Guillermo Alfonso Jaramillo, quien no se encontraba citado, al despacho donde se adelanta este polémico proceso en su contra, hizo que la directora de fiscalías en el Tolima, quien observo los videos de seguridad para comprobar la queja, tomó la determinación de reasignar todo el expediente y quitárselo a su subalterno Eduardo Jaramillo y entregárselo a la fiscal especializada María Luisa Vargas, quien entró a conocer inmediato todo lo concerniente a ese expediente.

Este medio de comunicación pudo establecer que este hecho se ha tratado de manejar con la mayor prudencia para evitar un escándalo que pueda inclusive terminar con la salida de los funcionarios implicados que permitieron el ingreso del procesado un día no hábil y a un área restringida por estar adelantándose una investigación delicada en contra del mandatario, como se habría identificado el extraño visitante. Por eso esta información se ha manejado al interior del ente acusador como un cambio o reasignación normal dentro del ejercicio de la entidad.

Por otro lado, la parte civil quienes representan las víctimas en el caso están recopilando las pruebas para presentar una queja formar ante la fiscalía general de la nación para revisar esa situación que se presentó y donde se habría contaminado el proceso por completo y el cual debería estar en cadena de custodia.

 

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