ToconBar, toconjar, todos contra todos

Por: Ramiro Suárez Peña, abogado y columnista de cambioin.com

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Renglones torcidos de arte y belleza en la política del todo se puede ¿Para donde cogemos? vulgarmente hablando, la palabra coger tiene su literal definición malsonante, como en lo vulgar de la política estaríamos hablando de “coger experiencia”, donde el político ciego de poder, a sus inefables electores los pone a ver estrellas con credenciales prepagadas.
Quid pro quo en un mundo de soberbios que se quieren como héroes y piensan más en acciones burocráticas que en sus repercusiones de desesperanza y continuismo electoral. Así las cosas, se pandora fuego del barretismo, hurtadismo, yepismo, jaramillismo, para estas justas electorales al concejo, asamblea, alcaldías y gobernación en el Tolima.
¿Para donde cogemos? los caciques siguen en su tribu, los jinetes en sus caballos y el gallo rejugado sin credencial con el aviso en el piso, visita todas las galleras, para que entre todos recuperen su calidad de vida tras el daño emergente de haber perdido su credencial en las pasadas 2022.
Las casas políticas no pierden el ánimo de imponer su principio de lo fundamental. Frente al barretismo, todo es posible. Frente al jaramillismo, cualquier acuerdo, es corrupción. Frente al Hurtadismo, Ibagué no vibra. Frente al Yepismo, juguemos tres bandas.
Por ende, sálvese quien pueda, apague y vámonos, es el soneto desde nuestra ciudad musical en armonía histriónica y narcisista hacia el Tolima, donde los renglones torcidos de arte y belleza en la política, supera incluso los beneficios de nuestra fábrica de licores y lotería del Tolima.
La dura historia de Ibagué y el Tolima, radica en sus electores, lectores y actores repetitivos inclementes.

Ramiro Suárez Peña,
Columnista cambioin.com

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