Foto: Ramiro Suárez Peña, abogado y columnista de cambioin.com.
Por: Columnista Jorge Mendez Criollo - Publicado en junio 30, 2023
Por: Ramiro Suárez Peña.
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La ciudad musical se ha adormecido en el continuismo, sin embargo, es el momento de despertar al revisar que, por un lado, están los que llevaron al alcalde actual a su cargo con cerca de 48.000 votos con el aval del partido conservador, y por el otro, los que encarnan esa votación que en su momento superó los 100.000 votos en cabeza de candidatos como Rubén Darío Correa, Leónidas López, Camilo Delgado, Alfredo Bocanegra, Diana Gaitán.
Acá no se trata de preparación, porque tanto en un lado como en el otro hay candidatos preparados y con experiencia en lo público y privado. El tema son los candidatos pareados como alfiles de jefes políticos que pretenden imponer subalternos como si fueran vice alcaldes.
Y aunque la solución parece fácil para no terminar votando por los mismos esperando resultados distintos (parafraseando a Einstein en su definición de estupidez), el problema principal es que los votantes de opinión no están convencidos de que son mayoría, y siguen dándole el poder de su voto a las maquinarias o votando en blanco que es el mismo nefasto resultado de la ley conmutativa para la política electoral.
El tiempo pasa, faltan menos de tres meses para las elecciones, y el panorama está lleno de grises, amigos cercanos caminan en un lado, la opinión por el otro, las maquinarias siguen el mismo sendero y Yo más perdido que candidato en funeraria.
Veo a Ricardo Ferro y a Fernando Murillo llamando a la puerta de los votantes de opinión y aquellos indecisos. No sé cuál de los dos es más convincente, por un lado, esta Ferro, que fue congresista, viceministro y hace énfasis en que no tiene ninguna mancha en su hoja de vida, y por el otro está Murillo que fue comandante de la policía metropolitana de Ibagué en los gobiernos de Chucho botero y Luis H. y viene de ser director del Gaula a nivel nacional.
Entretanto qué pensará mi amigo Rubén Darío Correa, a quien cariñosamente me dirijo como “el gordito”. Los alternativos guardaron un silencio conveniente a su invitación hasta que fue evidente que no tendría aval para aspirar a la alcaldía. Le quedan 3 cartas: la de José Barreto, no porque sean cercanos, sino porque su hijo Mateo está en esa casa, la de Ferro y la de Murillo. Amanecerá y veremos si come como peón en diagonal o juega en diagonal con un candidato de opinión, congruente con su declaración de guerra a la corrupción.
Ramiro Suárez Peña.
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