Por: Editor Ibagué - Publicado en agosto 27, 2019
Opinión en cambioin.com
No es extraño escuchar por estos días, discursos de políticos de vieja data y en proceso de construcción, en los que hacen advertencias de no votar por X o Y candidatos, porque están enlodados por la corrupción. Lo curioso es que los promovidos por estos cautivadores de votos, también son cuestionados por realizar actividades en algunos casos hasta ilícitas. Por eso surge una pregunta: ¿quién es el que está salvo de pecado? Para que tire la primera piedra.
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La constitución del 91 consagró que los alcaldes y gobernadores, se eligieran por votación popular, y se acabará con el nombramiento a bolígrafo, como se hacía hasta finales de los años 80. También propuso que se realizará el sufragio de manera programatica, es decir cada aspirante debería radicar un programa de gobierno donde por escrito ante la Registraduría Nacional del Estado civil al momento de su inscripción oficial como candidato, diga que gestión realizará sobre las diferentes necesidades que tiene la ciudad que piensa gobernar.
Eso suena bonito, porque la historia a cambiado tanto que para muchos de los electores eso es lo que menos importa; lo que en realidad miran es cual de los político está dando más "mermelada". La plata resulta ser la mejor propuesta.
Es por esa razón que nadie le pone cuidado a las propuestas de los aspirantes, sino a los ataques que arman los expertos en publicidad negra, para conseguir más adeptos y quitárselo así sea con mentiras a su contenedor.
Por eso escuchar frases como: "en los próximos días voy a revelar el prontuario de tal candidato" o "este aspirante esta inhabilitado por que fue condenado por lesiones personales" también "a este lo financian con plata del estado" y "si pero la plata de este otro proviene de los negocios ilícitos, rayando hasta con lo penal" igualmente "este tiene una condena pendiente y podrían perder su voto" o que tal "saqueo los recursos de una empresa que administró" esta otra "esta inhabilitado por ocupar un encargo de un puesto importante dentro del tiempo que lo prohíbe la ley" o inclusive "tiene aberraciones sexuales". Son muy comunes por estos días, varias de esas se alcanzan a convertir en realidad, mientras otras sólo quedan en una historia "macondiana".
Es bueno y sano para la democracia que si esas historias son ciertas se hagan públicas para evitar que personas cuestionadas lleguen a ejercer el poder. Pero sino lo son, que aquellos promotores de ese tipo de política, sean castigados por la misma sociedad que los debe enviar a sus cuarteles de invierno, y así evitar que con información errada, hagan ganar propuestas mediocres que siempre buscan este mecanismo para imponer al más malo de los aspirantes a punta de mentiras.
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