Olga B, de esposa de sacerdote, a empresaria del chance y de bingos

Olga Beatriz González, miembro de una familia muy humilde de Pueblo Rico Antioquia, se caso a los 15 años de edad, con un sacerdote que dejó los hábitos porque se enamoró perdidamente de ella, medio siglo después, es considerada una de las mujeres más ricas del Tolima, gracias a unas acciones que compró en la empresa del chance Gana Gana, al igual que ser la dueña o accionista de los bingos que operan en este departamento. Existen muchos vacíos en la vida de esta enigmática mujer, sobre todo falta claridad para saber de donde sacó el dinero para ingresar a las empresas de las cuales hoy hace parte, y que  como se autodenomina Mamá Ibagué, o como otros la conocen ahora: "La Mamá del chance" debe explicar antes de solicitar el respaldo del pueblo tolimense.

Informe especial cambioin.com

Olga Beatriz González, Olga B, Mamá Ibagué, o la Mamá del chance, es la misma persona, es como conocen a la ficha que tiene el partido Liberal del Tolima, para lograr conservar la credencial en la cámara de representantes que actualmente tiene Ángel María Gaitán, quien no se postuló en esta oportunidad. Esta mujer hasta la fecha no ha ganado nada, y se ha lanzado varias veces a la alcaldía de Ibagué, al Senado de la República, y estuvo salpicada en un escándalo que tocó a Gustavo Petro, todo porque ella era la gerente y contadora de la campaña del ex aspirante presidencial.

Consultando varios tolimenses, sobre los recurrentes fracasos en el campo político de Olga B, coinciden en afirmar que son varios detalles que inclusive hasta hoy, no aclara la empresaria chancera, lo que hace que los habitantes de esta sección del país no le tengan confianza.

El nombre de esta mujer con 63 años a cuestas, con un acento paisa de (Pueblo Rico Antioquia) bien marcado, aparece por primer vez en la biografía del sacerdote Ignacio Betancourt Sánchez, asesinado por el ELN. En ese libro el protagonista relata que ingresó al clero pero al ver que no podía ayudar a la gente como él quería, se retiró para ayudar a crear asociaciones Comunales, además confiesa que colgó los hábitos para casarse porque se enamoró perdidamente de una niña de 15 años de nombre Olga Beatriz González, miembro de una familia muy humilde, no importó la cantidad de años que el exsacerdote le llevaba de diferencia, asegura la publicación. En ese mismo libro se habla como la Fundación sin ánimo de lucro del sacerdote Ignacio Betancourt, se dedicaba a las obras benéficas, hasta que le cegaron la vida al ex miembro de la iglesia, y primer esposo de la hoy candidata liberal, con el que tuvo dos hijos. La viuda Olga Beatriz González, llegó al Tolima por los lados del municipio del Líbano, de la mano del periodista Gonzalo Poveda, quien también fue asesinado. Luego tomó la determinación de ingresar a Ibagué, donde hizo la fundación Ignacio Betancourt, y creo  un premio para escritores.

Teniendo en cuenta esa historia, no se sabe cómo, ni cuándo, ni de dónde, aparece Olga B, como accionista de la empresa Gana Gana, que maneja el monopolio en el Tolima del Chance, y mucho menos como llegó a tener el control del funcionamiento de todos los Bingos que existen en este departamento. Esa falta de claridad en su vida económica, hace que los tolimenses no confíen en esta mujer que se autodenomina Mamá Ibagué. Lo mínimo que debe hacer alguien que pretende conseguir votos para representar un departamento, es explicarle los orígenes de su actividad económica.

Pero Olga B, o la Mamá del Chance, como la llaman ahora, también debe decir públicamente si estuvo de acuerdo o no desde el inicio de la creación de la empresa de chance Gana Gana, que reemplazó a Seapto, en despedir o dejar sin trabajo a los conocidos chanceros, para controlar la cantidad de ganadores desde sus puntos fijos, por eso ahora la plata se queda en la empresa, y no en los apostadores.

Es de recordar que Gana Gana, estuvo involucrado en un escándalo, donde se denunció por parte del hoy concejal Rubén Darío Correa Carvajal, cuando era director de noticias de RCN Radio, porque compraban periodistas para evitar que hablarán mal de la empresa, o dijeran algo en contra. Ese caso también debe explicarlo a los tolimenses Olga Beatriz González, como accionista de la empresa si quiere tener la confianza de los habitantes de esta tierra, pero no deben ser explicaciones sencillas por lo complicado de cada asunto.

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