POLÍTICA

No más concejales en cuerpo ajeno: Por Ramiro Suárez

Por: Editor Ibagué - Publicado en julio 09, 2019

Este artículo es responsabilidad de su autor y en nada compromete al medio de comunicación. 

Por: El abogado Ramiro Suárez, columnista de cambioin.com

La urgente necesidad de las maquinarias y exmandatarios empingorotados en Ibagué, de tener concejales borregos de bolsillo, infiere en la piñata, donde solo cabe el séquito minorías de siempre. Tener concejales sin autodeterminación relaja la forma de gobernar a los autocratas jefes políticos bajo el principio de obediencia y tal cual caniculario. 

Platón fue un filosofo aprendíz de socrates y maestro de aristoteles que en arras al pasado nos dejó un consejo:

El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres.

El Consejo de Platón, traído en arras al presente, infiere en el abstencionismo, así las cosas debemos votar por convicción social, no participar es ayudar a las maquinarias que con sus votos imperen credenciales que no representan la voz del pueblo. El tema no es lingüístico y el que lo entendió lo entendió, tenemos candidatos al Concejo de Ibagué en cuerpo ajeno.

Hablando de malas prácticas para decir si o no a la entrega de avales en el Tolima, traemos en arras dos casos en particular, de una parte, gira alrededor de la censura unipersonal para decir NO, de otra parte, del palacio del dedo para decir SI. Es así como la directiva del partido liberal, taclea aval para asamblea al Diputado Alexander Tovar y cercanos  precandidatos al Concejo en varios municipios del Tolima, para la apuesta electoral del próximo 27 de octubre año 2019, y en otro hilo conductor la misma directiva del partido liberal en el Tolima sin salvamento de voto, ofrece  avales y coavales a diestra y siniestra sin filtros de ideología ni génesis de partidos, a quien se someta al conjuro de su único jefe Mauricio Jaramillo, tal cual como el caso concreto en favor de Rosmary Martínez, sin tener aun el aval de su propio partido CR. 

De ñapa al interior del palacio del dedo, la ordalia impuesta a los diputados Graciela Vergara y mi buen amigo Jaime Ospina Galindo, infiere que pasaron las pruebas de conveniencia política. 
Cordialmente, 

Ramiro Suárez Peña 
Columnista Cambioin


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