La cenicienta, no de los cuentos de hadas, sino de Andrés Hurtado.

Ayer en la primera celebración del Halloween siendo alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, se disfrazó de la Cenicienta, un traje que revela lo qué vive actualmente. En los papeles es la que manda, la heredera del poder, pero en la realidad está sometida al yugo de Andrés Hurtado, quien toma realmente las determinaciones de todo lo que pasa en el gobierno local.

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Informe Especial cambioin.com

Como toda una cenicienta, se siente la alcaldesa de Ibagué, Johana Ximena Aranda Rivera, aunque es la que tiene el poder real para tomar decisiones al interior de la administración municipal. Es otro, en este caso Andrés Fabián Hurtado Barrera, quién lo hace por ella.

Igual pudo haberse disfrazado de Paulina Rubio, quien siendo una de las mujeres más ricas del mundo, no se puede gastar un peso porque todos los recursos que ha conseguido trabajando la princesa del pop, lo maneja su padre.

En los únicos sitios que aparece la mandataria es en estos eventos públicos masivos, como sucedió en la fiesta de Halloween disfrazada en un acto organizado por la cadena de radio
RCN, pero patrocinado por la alcaldía de Ibagué. Donde aparece promete una serie de obras, luego se va para otra fiesta, pero se le olvido a la alcaldesa que la eligieron a ella para que llevara las riendas de la ciudad, pero fue a ella a nadie más, así ella quiera seguir llamando jefe a él alcalde, porqué si sigue como va las cosas. Para Ibagué solo vienen tiempos duros, porque se están gastando la plata en burocracia para sostener los líderes qué salen en medios de comunicación a respaldar la aspiración de Hurtado.

Ojala cenicienta Aranda, se acuerde que en esa historia, la protagonista se safa de todas esos maltratos, termina triunfando y haciendo lo que se debe para beneficio de todos.

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