Foto: tomada por Juan Carlos Escobar Montoya. cambioin.com
Por: Editor Ibagué - Publicado en noviembre 25, 2020
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Por: José Gutiérrez González. Periodista del Municipio del Libano Tolima.
Amenazas de muerte, zozobra en las comunidades de las veredas el Tesoro, San Jorge y la Marina Baja, por la posible llegada de grupos paramilitares, el hallazgo de un depósito mineral de 15 toneladas de oro, la traición del alcalde Jesús Antonio Giraldo Vega, denuncia de Jairo Duque quien rechaza el pago de 10 millones de pesos mensuales y reclama el derecho de permanecer en su propiedad, parte de la historia de una mina cuyo título tendría un valor de $50 millones de dólares.
En El Líbano, Tolima, las minas de oro han despertado en recientes décadas una oleada comparable al interés de Isidro Parra en los albores de la aldea. Existen registros que dan cuenta de la expectativa del Fundador asociado con comerciantes financieros de Bogotá en donde se destaca la adquisición de cuatro minas, 1882, en el terreno de La Plata (vereda El Refugio), y por la época en que se intensifican denuncias de minas por parte de inversionistas ingleses. – Dr. Renzo Bacca-, “gracias a este interés foráneo en la región, esta sociedad llegó a tener oficinas en Londres y otros centros europeos”. Pero la comercialización minera fracasó, una de las tantas razones por las que Isidro Parra dirigiera la mirada hacia la caficultura.
La Mina El Cairo, localizada en la vereda La Marina Baja y en sectores comprendidos entre las veredas el Tesoro y San Jorge; es la “guaca” que descubrió en la finca del mismo nombre su propietario Jairo Duque, “Cuando entró el General Isidro Parra a esta región, encontró los franceses trabajando en la mina y puso a repartir El Cairo con él, de allí salió para fundar El Líbano”.
Y decimos que es la “guaca”, porque en la pequeña área de tres hectáreas se halla el depósito mineral más grande del que se tenga conocimiento de un título de 266 hectáreas, calculado en 15 toneladas de oro. El hallazgo pertenece a la Mina El Cairo, donde funciona hace más de 18 años la empresa Minerales Duque S.A.S.
En un reto que recuerda la época de El Dorado, en el siglo XIX, el señor Jairo Duque, afronta los riesgos vendiendo incluso el ganado de la finca. Al descubrir el tesoro resguardado en sus tierras inició la actividad minera artesanal para proveerse el sustento de él y de familias campesinas de la región. Pese a la incertidumbre, que generaba la inversión, el osado emprendedor inició un proceso sistemático de minería artesanal integral y sostenible, serio, minimizando los posibles daños al medio ambiente del sector.
En una inspección del Ministerio de Minas la entidad declara ilegal la Mina El Cairo. Sin embargo, legaliza la extracción aurífera de la mina en tres hectáreas de la finca.
La estafa de Minicol.
Sorteada las etapas más difíciles y cuando la mina comienza a brillar en su pequeña producción aparece la empresa MININCOL, Minería Integral de Colombia S.A., compañía soportada por un grupo de empresas colombianas ya consolidadas en el sector de los hidrocarburos.
Pero, no todo lo que brilla es oro, reza el refrán, Minincol obliga al señor Duque a firmar un contrato de operación y en contraprestación le entregaría el 20% neto de la producción, “jamás me dieron un peso, me cerraron las puertas de mi propia mina, nunca permitieron observar procesos, lo único era hacer daños ambientales”.
En la operación, sin poner un centavo, Minincol recibió la suma de 800 millones de pesos, “cuando la mina ya estaba produciendo, invertí la plata en las construcciones de la planta. Minincol me chantajeó junto con los paisas, amenazándome que si no firmaba perdía el subcontrato que tengo con el ministerio”.
Y llegaron las amenazas...
Ante el paulatino desplazamiento y la pérdida de los derechos sobre la Mina El Cairo, don Jairo reclama vehementemente intentando recuperar la parte correspondiente del terreno. Entonces aparece en escena Andrés Felipe Montoya Uruburu, de Medellín, “dice ser un congresista y quien maneja los bienes de los hijos del Dr. Uribe”.
En redes el perfil del supuesto congresista al parecer sería el mismo empresario Gerente de productos en GWI agro. Un acaudalado hombre de negocios de enorme poder gracias a la cercanía con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, de confirmarse sus propias palabras.
La aparición de este personaje trae por consecuencia amenazas de muerte de las que hoy es víctima Jairo Duque. El “congresista” allega un documento donde le obliga a recibir la suma de 10 millones de pesos mensuales, además de prohibir el ingreso a la finca y la mina, “como no acepté, me tiene amenazado. El señor Montoya, a través de la llamada a un celador me puso a escuchar las amenazas y dice que tiene mi familia ubicada y que si le tocaba una hijuputa piedra o un tornillo, que ya sabía”.
En el encuentro con Andrés Felipe Montoya, el propietario de la Mina El Cairo reclama el cumplimiento del 20% neto. El energúmeno empresario respondió amenazante. “Cuando llego a encontrarme con él, sale con escoltas y me dice Ud., ya no tiene nada allá, yo puedo quitarle lo que sea, el subcontrato, el título que tenga, nosotros tenemos poder. No le vamos a dar plata hasta que no saquemos la de nosotros, esa plata que se invirtió en ese título es de los hijos del Dr. Uribe y yo soy el representante de ellos, a Ud., le damos 10 millones de pesos mensuales”.
El alcalde Judas.
Ante las dificultades por las que atravesaba Jairo Duque acudió ante el alcalde, elegido por mayoría de campesinos, Antonio Giraldo Vega, presentando un amparo administrativo, figura consagrada en el Código de Minas para que el beneficiario de un título minero pueda solicitar la suspensión inmediata de la ocupación, perturbación o despojo de terceros que se realice en el área objeto de su título. “Me dijo que mandaba unos tipos para que le dieran plomo a esos celadores y los sacaran de allá”. Duque no aceptó “porque eran problemas para mí”.
En respuesta al amparo administrativo, al parecer, Antonio Giraldo pidió la coima para él y su amigo identificado como Roque, “cuánto es el porcentaje para nosotros de la mina”. Duque respondió “cuatro puntos”, el alcalde sin sonrojarse ripostó “cinco puntos para sacarles la gente de allá”.
La esperanza puesta en la posible ayuda de “Toño” se desvaneció al recordar y presenciar, por visitas al abogado de la alcaldía, que la contraparte les reclamaba su inversión, “ellos dieron 30 millones de pesos a la campaña de Antonio, los recibió Roque Salamanca y William Duque (…).
El abogado de la Alcaldía me dice arregla o si no tenemos un amparo para sacarlo pero a Ud.” Es decir, el amparo administrativo, procedimiento cuya finalidad es impedir ocupación de hecho, contra el derecho exclusivo de exploración y explotación de una mina que otorga el título a su beneficiario, usado en contra “eso es lo que me preocupa, porque me van a sacar de lo mío”.
El depósito mineral de la dicha
El título minero de la discordia responde a 266 hectáreas de Minincol, correspondiendo tres a la empresa Minerales Duque SAS. El problema es que justo en las tres hectáreas emergió la “guaca” del depósito de oro de 15 toneladas.
Ante el acoso y amenazas del empresario Andrés Felipe Montoya, y el poder que representa, inteligentemente el propietario de la finca El Cairo, decidió compartir las potenciales ganancias de la Mina con seis juntas de acción comunal y los campesinos de Tapias, Versalles, la Marina, San Jorge, “el señor de Medellín que es el super diablo está seguro de quitarme el subcontrato, él conoce acerca de las reservas que hay en ese cerro. Mis preguntas son por qué nunca antes nadie vino a mirar la mina El Cairo, por qué nadie reclamó hasta ahora, amenazando con la advertencia de que el título es de los hijos del Dr. Uribe.
“Prefiero compartir con quienes me respaldan, más de 400 firmas, incluirlos en el proyecto de las tres hectáreas, apoyando la comunidad, que disfrutemos de la mina. Ahora viene la braveza del alcalde mandando razones que le estoy quitando la comunidad para las próximas elecciones. Prefiero compartir con las comunidades para que arreglen las fincas, paguen sus deudas, en lugar de que los hijos del Dr. Uribe, que resultaron ser dueños del título, vengan a explotarla, para después dejarnos en la miseria”, dijo el entrevistado.
Al problema agrega la aparición de grupos al margen de la ley, “tenemos pronosticado la llegada de paramilitares. Un señor que cuida allá de ellos, de Medellín al llegar dijo, esto se puso bueno porque con los paras que vamos a mandar y los que nos respaldan son paramilitares de Buritica y Urabá. Entonces entendimos, por qué el señor Montoya asegura dominar esta región como sea”.
En la Alcaldía de El Líbano reposa la apelación al amparo administrativo interpuesto por el abogado Orlando Ordoñez. De no responder acudirán ante instancias de la gobernación del Tolima o si es preciso ante la Corte Suprema de Justicia. Sería el primer caso, en Colombia, de un pequeño minero ante el máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria.
Audio: Jairo Duque, propietario de la Mina El Cairo del municipio de El Libano Tolima. cambioin.com
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