Crece la industrial de la política en Ibagué

Por: Ramiro Suárez Peña, abogado columnista de cambioin.com.

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“Robar con sentido social” 
Nos están robando la moral administrativa con parafraseo de inclusión social candidatos a la alcaldía de Ibagué, así también con mensajes burocráticos de bodega con fines de polarizar y pescar en rio revuelto; a esto le suma la empresa del candidato, gastar una plática con carácter de reembolso, haciendo acuerdos de confianza con sectores productivos en medio de tanta tribulación.  

Candidatos no perdieron oportunidad en el paro de transportadores, para politizar en vez de humanizar sus campañas en medio de tanto retroceso, no muestran nada nuevo, sino mensajes disfrazados, nada sinceros, creíbles desde la ingenuidad del elector y el infortunio de la mismísima necesidad básica y la promesa de una ayuda de empleo con la frase de cajón ¡cuando sea alcalde Quiero que trabajemos de la mano!
“Robar en sus justas proporciones”

La industria de la política cogió ventaja con los que votan tomando partido. Los que no votan y sin querer queriendo el voto decente y de indignación llamado en blanco hacen el dos. La ciudad sus electores no están preparados para transformar Ibagué, sumado a ello en campaña candidatos buscan el negociado para lograr la credencial con sectores importantes como el transportador, textilero, constructor, salud y que decir de centrales obreras y educación; dichos sectores en cascada negocian sin comprender el daño irreversible que le hacen a la ciudad resultado del amiguismo y el interés personal.

Los que no votan, no suman no restan, solo permiten (casi nada), son socios y/o cómplices del importaculismo. Este grupo representa más del cuarenta por ciento del caudal electoral que sumado al voto en blanco tendrían el as o yockey en la baraja del voto decente para el paso a un alcalde con autoridad e independencia para gobernar.

“Roben, pero dejen algo”.
Esta sentencia histórica no aplica en Ibagué, aplica la de roben, pero roben bien, no dejan ni el raspado y si endeudada la ciudad a varias décadas. Se ha naturalizado la corrupción con títeres y titiriteros en la administración pública, por ende, es normal que contraten los títeres de siempre porque tiene lógica el principio de mismidad. Así las cosas, el contubernio en la política no tiene edad según la historia, sin embargo, se ha conservado como legado en casas políticas para describir sus relaciones de disciplina, convivencia y complicidad.

“No es robar es reembolso”
Esta sentencia lapidaria, expresa el sentimiento colectivo del continuismo y la expresión máxima del cinismo de mandatarios y ex mandatarios que imponen candidatos por tener capacidad económica y de endoso dentro de la misma lógica “La del negocio” perdida la perspectiva moral y la indignación del elector. Así se fomentan campañas costosas, cuyos asociados inversionistas recuperan su inversión a mediano plazo con intereses gota gota. Sin embargo, no dejo de pensar en lo que vale un avance con una tarjeta de crédito que está legalizado en Colombia y concluyo “País de mierda”.

RAMIRO SUAREZ PEÑA
Columnista Noticias Cambioin
Posdata: Reducir la corrupción a sus justas proporciones “JULIO CESAR TURBAY”
Político liberal y presidente de la Republica de Colombia en el periodo de 1978 a 1982. 

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