Corto circuito entre ser candidato y alcalde de Ibagué

Por: Ramiro Suárez Peña abogado y columnista de cambioin.com

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“La miseria busca compañía y el cinismo triunfa, su herramienta el marketing político”  

El eslogan matriz “Proponer para hacer” No es más que una frase del márquetin político, un juego de palabras donde surgen infinitos eslogan para campañas políticas: El cambio es ahora – El cambio es YA – El cambio verdadero - El cambio es contigo – El cambio es conmigo… y mil palabras “parafraseadas” que consiste en reformular un mensaje utilizando sinónimos, pero con un significado nada diferente al triunfo del descaro.

En la biblia, la expiación de los pecados es la eliminación de la culpa para quedar salvo y absuelto un individuo, como si nada malo hubiese pasado. La expiación en las maquinarias políticas conlleva anunciar con apariencia de cándido su ortodoxo candidato, tras ser ayudado por la ruleta colorida de diversidad de candidatos en el tarjetón.

Electores sin conciencia de ciudad, deciden prender una vela para votar; así las aguas de las casas políticas hallan siempre su nivel, comulgada la expiación de su ya cándido candidato parafraseado como el cambio; tal cual novelas “Padres e hijos” ayudado por “Un tal Bernabé Bernal” esta última y antigua telenovela el protagonista, un autodidacta tímido y honesto se convierte en un idiota útil de individuos en la política. 

Ahora bien, el partido liberal históricamente sin candidato propio a la alcaldía de Ibagué, lo lleva a tocar fondo. Así las cosas, el libreto del progreso de Ibagué o la falta de ello para el partido liberal, sumada la expiación del barretismo y el hurtadismo, está por escribirse y no es nada alentador si los candidatos independientes no concretan unidad.

El barretismo su obra “15 años de gobernanza” y el best seller local del Hurtadismo “La nueva casa”, son las obras agobiantes en el pre de las justas a la alcaldía municipal de Ibagué y dichas conjuntas obras coinciden en su prólogo “Así pierde Ibagué”; aquí se narra en su inicio la cruzada expedición dirigida por el altísimo contra los infieles, especialmente el actual alcalde Andrés Fabián Hurtado, dejando entre líneas que todo es permitido.

La falta de acuerdo o falta de aceptación, frente al debate moral “desventura para Ibagué”, lleva una profunda expiación entre el barretismo y el hurtadismo, estas casas políticas disfrazan su antagonismo y condensan sus propios personajes a través de individuos llamados candidatos de las maquinarias, dejando el voto rechazo y de opinión en manos de candidatos independientes como Ricardo Ferro con un mensaje contundente “No elegir títeres” y Didier Blanco “Tengo las huevas bien puestas para devolverle la ciudad a la gente”.

La nueva obra en edición “PROGRESO DE IBAGUE”, lejos de la obra maestra de Gabriel García Márquez “Cien años de soledad”, donde la desesperanza acompaña la espera, puede develar su inicio del ya no más de lo mismo, si los independientes se bajan de sus egos y se unen, o lo contrario al estilo Jorge Barón (empresario, periodista y presentador de televisión), le pegan la patadita para que llegue el del agobiante continuismo.
Cuando no se tiene memoria estamos esclavizados en la ciudad de los ocobos en las tristezas, agonías y diferencias.

Ramiro Suárez Peña,
Columnista cambioin.com

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