Video. José Hair González, presidente de la junta de acción comunal del barrio Calarca. cambioin.com
Por: Editor en Jefe - Publicado en septiembre 14, 2020
Ladrones dedicados a ocupar casas de forma ilícita en Ibagué, para luego venderlos fueron los encargados de poner al descubierto el caso de la mujer momificada, que llevaba varios años muerta al interior de su residencia.
Informe especial cambioin.com
Todo un misterio rodea la muerte de Jenny Marcela Bustos Jiménez, quien cumplía 36 años de edad en este 2020, y quien en vida trabajaba vendiendo productos en una tienda naturista, y que fue vista con vida por última vez hace cuatro años, cuando desapareció sin dejar rastro alguno.
La historia
El pasado viernes 11 de septiembre de 2020 a las cinco de la tarde, tres sujetos llegaron a la calle 45 con carrera 9A del barrio Calarca, ubicado en la comuna 4 de Ibagué la capital del Tolima, diciendo que habían comprado ese inmueble, uno se presentó como el nuevo propietario, otro dijo ser abogado, el tercero era un cerrajero. En menos de cinco minutos ya habían abierto la puerta principal de dos que tiene ese inmueble, al ingresar a verificar como se encontraba la residencia, se llevaron el susto de sus vidas, al encontrar en el cuarto principal en una cama el cuerpo en avanzado estado de descomposición de lo que parecía ser una mujer, quien se encontraba en ropa interior, eso hizo que esos tres personajes salieran aterrorizados del lugar, los vecinos al ver esa situación llamaron a las autoridades.
Video 1: El momento del hallazgo de la mujer momificado del Calarca. cambioin.com
Los sujetos resultaron ser tres bandidos que van por toda la ciudad en busca de casas desocupadas y abandonadas para apoderarse de ellas.
El hallazgo
El cuerpo momificado encontrado al interior de la casa, resultó ser de la propietaria de la misma, Jenny Marcela Bustos Jiménez, quien cumpliría en este 2020 36 años de edad, y quien fue vista por última vez por sus vecinos con vida hace 4 años.
La fallecida
Sobre la mujer se supo que hace seis años vivía en Monterrey Casanare, donde aparece votando en las elecciones del 27 de abril de 2014, luego se traslado a Ibagué donde compró casa en el barrio Calarca, pero se separó de su esposo, y según sus vecinos era una mujer que no hablaba con nadie, pero si era recordada porque trataba muy fuerte a su hijo, por eso la denunciaron ante la junta de acción comunal. Debido a esa situación Jenny Marcela, había enviado a su menor hijo a vivir con su mamá, por eso ella se encontraba sola en esa casa.
Según lo que se pudo averiguar, la mujer salía temprano a trabajar en una tienda naturista, y regresaba tarde, no tenía amigos en la cuadra donde estaba su casa, por eso a nadie le extraño que hace 4 años, las dos puertas de esa residencia, nunca más se volvieron abrir, todos alrededor creyeron que la dueña se había trasteado.
Lo que nunca nadie se imaginó, es que su vecina desde hace 4 años estaba al interior de esa casa muerta, por una causa que aún se desconoce, y que sólo se sabrá cuando salga el informe de medicina legal.
Así se encontró
Según miembros del cuerpo técnico de investigación-CTI que participaron en el levantamiento del cadáver, de
Jenny Marcela Bustos Jiménez, su cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición, sobre la cama y en ropa interior, y totalmente momificada. Los malos olores únicamente se comenzaron a percibir cuando las puertas de la casa se abrieron, antes nadie noto nada extraño, ni siquiera los perros sintieron malos olores, aseguraron vecinos de la vivienda.
Video 2: Momento de la retirada del cuerpo momificado. cambioin.com
El hijo
El menor venía buscando a su mamá hace varios años, sin importar lo que decía su abuela quien aseguraba que: "eso era que ella se había ido con alguien y que los había abandonado". Pero el pequeño soñaba con volver a estar con su progenitora, y acudió hace tres meses al presidente de junta de acción comunal del barrio Calarca José Hair González, para que le ayudara a buscarla, por eso sólo hasta hace unos meses se hizo oficial su desaparición, después de 4 años que nadie sabía de ella.
El relato de José Hair González, presidente de la junta de acción comunal del barrio Calarca, sobre este caso es aterrador.
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