El doctor Pedro Bernardino Sosa Rubio, un ilustre intelectual Tolimense, en el primer aniversario de su fallecimiento.

Por: Jorge Ancizar Cabrera Reyes, columnista cambioin.com

Advertencia: los comentarios escritos a continuación son responsabilidad única y exclusiva de su autor, y en nada compromete a este medio de comunicación digital.

Este pensador y amigo escudriñó y rescató muchos de nuestros valores históricos de nuestro querido  Departamento del Tolima.

La Academia de Historia del Tolima,  fué fundada en el año de 1987, siendo Gobernador del Tolima José Ossorio Bedoya y   de la cual el doctor Pedro Bernardino Sosa Rubio, es uno de los cofundadores y se destaca en la academia en la línea de investigador, y orientador de las personas que se acercan a la misma, con solvencia académica, ética y moral a toda prueba.

El doctor Pedro Benardino Sosa Rubio, Abogado del Colegio Mayor del Rosario, lo conocí cuando era Juez Penal Municipal de Ataco Tolima, en el año de 1981 y yo oficiaba para esa época como Concejal y Presidente del Concejo de Ataco. El doctor Sosa Rubio además de administrar justicia en Ataco se destacaba por su participación en los eventos folcróricos,  musicales e investigaciones culturales de mitos y leyendas de nuestro asombroso territorio.

Ahora, el doctor  Pedro Bernardino Sosa Rubio, está  el Gozo del Señor, en su existencia vital se desempeñó con lujo de competencia en  su profesión de Abogado y de Secretario de la Corporación Folclórica del Tolima y miembro destacado de la Academia de Historia del Tolima con sabiduría, conocimiento de la historia de los municipios tolimenses del departamento, del país y de la historia universal y con esas dotes ayudó a los jóvenes estudiantes, universitarios, educadores, alcaldes, diputados, funcionarios y  extranjeros, que pasaban por la Academia a consultar los temas relacionados con la historia y el folclor de nuestro Legendario Territorio del Tolima. Escribió además varios artículos históricos y culturales  en el Boletín Institucional de Historia, de la Academia de Historia del Tolima entre los que se destacan: Reseñas del Bicentenario "Emiro Kastos: Un Escritor Costumbrista que murió en Ibagué.

Sobre su vida y  legado cultural e histórico la doctora María Yolanda Jaramillo Gaviria, manifestó: "Pedro Bernardino Sosa Rubio cofundador de la Academia de Historia del Tolima, dedico gran parte de su vida a la noble misión intelectual de servir, rescatando la historia oculta de los cronistas, perdida en los anaqueles o bibliotecas; igualmente los archivos de la iglesia a los cuales accedía, como herencia de su padre que colaboró por muchos años en la Arquidiócesis de Ibagué. Reivindicó el resurgir de la historia como destino de identidad, especialmente aportó a la Corporación Folclórica,  todo su talento de investigador en los temas del folclor. Fue el gran símbolo de la institucionalidad de la Academia de Historia, 34 años de servicio, con un ritual de lealtad y servicio permanente, lo cual, lo llevo a ser grande entre los grandes de la Historia del Tolima".

Para hacer en el  día de hoy 13 de noviembre del año 2022 en su primer aniversario de su muerte,  que mejor que recordar que el pensador e Historiador Pedro Bernardino Sosa Rubio, también supo descifrar la importancia de los mitos en la formación cultural y el pensamiento de la sociedad Tolimense, aquí uno de sus escritos publicados en la Nueva  Revista Colombiana del Folclor está sus investigaciones culturales de Mitos y Leyendas de Ataco, Tolima, que recopiló, y con su sabia pluma escribió cuando se desempeñó como Juez Penal Municipal de Ataco, así:

"Leyendas de Ataco. En la región de Ataco existió en tiempos muy remotos la civilización de los artistas orfebres que fueron precursores del arte abstracto contemporáneo. Más tarde los aguerridos indios paeces habitaron las regiones aledañas al río Saldaña. En los alrededores de la cabecera municipal existía un caserío habitado por los indios yaporogos. Surgió en aquel lugar uno de los romances más hermosos del Tolima indígena. El principe Atá dueño y señor de esas comarcas, amó apasionadamente a la princesa Ico, escogiéndola su compañera para toda la vida. Luego ampliaron sus dominios inmensamente ricos en oro. Fue el rincón escogido para que los españoles fundaran la población de Ataco que lleva el nombre de estos enamorados.

El idílico sitio  bañado por el río Saldaña ha sido escenario de la leyenda del mohán que tiene su palacio fluvial en este paraje. Lo han visto descansando en las noches a la orilla del río, tratando de enamorar alguna doncella y esperando hacer alguna pilatuna a los pescadores que buscan el diario sustento ictiológico.

La quebrada de Paipa es un hermoso sitio turístico ubicado cerca de la cabecera municipal. Varias personas aseguran que en determinadas épocas ha surgido de su lecho una serpiente de dos cabezas. Agitando las tranquilas aguas de la quebrada, ha producido varios desbordamientos.

En la bella plaza cubierta de samanes  centenarios que forman una cúpula arbórea, algunos de los antepasados atacunos vieron pasar un enorme perro de aspecto agresivo. Tenía ojos que despedían una luz rojiza. Tal vez sería el demonio que asustaba a los noctámbulos que salían embriagados de las cantinas en los fines de semana, en las fiestas alegres del poblado.

En la población de Santiago Pérez ven sus habitantes desfilar una extraña procesión nocturna compuesta de gentes que iluminan su camino con tras encendidas. Son los fantasmas que cuidan los tesoros Indígenas escondidos en las entrañas de la tierra.

Los aborígenes que habitaron el Municipio de Ataco legaron al folclor nacional los instrumentos autóctonos y los bailes rituales que hacían alrededor del fuego sagrado. Adoraban el sol y la luna. Sus dioses se manifestaban en las maravillas de la naturaleza. Se celebraban en junio el solsticio de verano, acto colectivo que fue reemplazado a la llegada de los españoles por las solemnidades del San Juan y San Pedro. En esa región también habitaron los indios yaporogos. Luego los misioneros que establecieron una Iglesia doctrinera  y dictaron normas para suavizar el trabajo de los indios. Ataco es la tierra de Martin Pomala, el sublime cantor del río Saldaña, en su poema titulado "Sangre". Publicado en el Periódico El Derecho, Ibagué 3O de junio de 1989.

El Académico e Historiador Pedro Bernardino Sosa Rubio supo que la historia era una ciencia para registrar hechos auténticos del momento y nos dejó huella indeleble en sus trabajos de investigación para enseñarnos que la historia es para conocerla y que  quién no la conoce está obligado a darse a ese trabajo para no volverla a repetir.

Estás Leyendo cambioin.com