La educación rural en Ibagué pasó de Guatemala a Guatepeor

Nos llevó el que nos trajo

Foto: Suministrada por internet. Cambioin.

 

 

 

Por: Editor en Jefe

Definitivamente la zona rural de Ibagué, sigue siendo la cenicienta del paseo. Cada alcalde que llega, trata con los pies decisiones tan importantes en ese sector como la educación. Para la muestra un botón: Luis H Rodríguez contrato ese tema con una empresa cuestionada jurídicamente. Ahora Guillermo Alfonso Jaramillo, le entregó a la segunda peor institución de educación superior del país, el manejo de 110 docentes que se necesitan para dictar clases en el campo local.

Durante el gobierno que se caracterizó por el remoquete de “Camino a la seguridad Humana”. La planta de docentes de la zona rural de Ibagué, fue manejado por la: fundación social para la formación y el mejoramiento del desempeño empresarial, laboral, cívico y académico FUNIMEDES, bajo la gerencia de Ana Cristina Zárate Lerma, esposa del ex banquero Héctor Marín, el mismo que protagonizó un escándalo recientemente desde su oficina donde se hicieron disparos al aire. Está empresa privada tiene en la actualidad en su contra investigaciones en la fiscalía general de la nación por los manejos no muy claros de contratos estatales que les fueron asignados para que capacitaran a los adultos mayores en el Tolima.

Al llegar Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez a la alcaldía de Ibagué, prometió que no le daría contratos a las empresas FUNIMEDES y FUNCOLOMBIA, por los cuestionamientos que han perseguido a esas dos firmas en donde han estado. Y efectivamente así lo cumplió el mandatario, quien fue primero al ministerio de educación para tratar de conseguir que le cubrieran las plazas faltantes en la planta de personal, pero no fue posible. Por eso le ordenó a su secretaria de educación municipal Flor Alba Vargas Silva, quien es cuota del ex senador Mauricio Jaramillo y del rector del Inem Mario Cubides. Para que buscará otra empresa para qué manejará la contratación de 110 profesores para los 17 corregimientos que tiene el área rural de esta capital.

La subalterna determinó que la empresa que cumplía todos los requisitos para entregarle el manejo de los docentes del campo, era la Fundación de estudios superiores – monseñor Abraham Escudero Montoya- Fundes del Espinal Tolima. De la cual se puede decir que es propiedad de la arquidiócesis del espinal, pero quien le ayudo a conseguir los permisos para que funcionen como establecimiento universitario fue Cambio Radical por intermedio de Emilio Martínez Rosales y su hermana cuando era representante a la cámara, la actual senadora Rosemary Martínez. Por eso genera suspicacias y ya se dice que este contrato también lo manejará el grupo político con mayor éxito en la administración de Guillermo Alfonso.

El problema radica, en que la experimentada administración Jaramillo, confió, la educación de los estudiantes rurales a una entidad que es catalogada, por el propio ministerio de educación nacional, dentro de su programa Modelo de Indicadores del desempeño de la educación MIDE, del año 2015, como la segunda de más bajo desempeño o de las peores entre las 187 universidades existentes en Colombia.

Con esta determinación del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, como alcalde de Ibagué, violo dos de sus promesas de campaña: No a la privatización o tercerización y ya lo hizo con la educación rural. Segundo: contrato con una empresa que no llena los requisitos para manejar un tema tan importante para los 17 corregimientos de Ibagué, o por lo menos así lo señala el propio Ministerio de Educación. Desdice mucho que FUNDES, no puede cumplir con la eficacia de su propio plantel y ahora pretenda dar una formación de calidad a los niños de la zona rural de la capital musical de Colombia.

 

Copia: Informe Ministerio de educación- Mide 2015. Cambioin.

 

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