Por: Editor en Jefe - Publicado en enero 18, 2017
Sale candela
Foto: Oscar Berbeo Suarez, Jorge Alexander Pérez Torres, obras de los Juegos Nacionales. Cambioin
Un juez de la republica ordenó el embargo de los bienes y las cuentas a nombre de Jorge Alexander Pérez Torres, más conocido como el “chatarrero”, contratista encargado de ejecutar en Ibagué los escenarios deportivos de los juegos nacionales en su versión 2015, los mismos que nunca se realizaron. En esta oportunidad el encargado de la acción judicial fue el exconcejal de Ibagué Oscar Alexander Berbeo Suarez, quien le toco acudir a esa instancia para recuperar el dinero adeudado por el constructor, producto de la venta de una planta procesadora de cemento.
Varias historias se tejieron alrededor de la venta de los elementos necesarios para armar una concretera, realizada entre la sociedad Boylan de propiedad de Oscar Alexander Berbeo exconcejal de Ibagué y excandidato a la alcaldía de esta capital y la empresa concretos y cementos s.a.s de propiedad de Jorge Alexander Pérez Torres, este último para la época ganador de los contratos para la construcción fallida de los sitios donde se realizarían los juegos nacionales, quien necesitaba esos elementos para cumplir con la licitación adjudicada.
Lo primero que se dijo es que el Nombre de Boylan significaba Berbeo Oscar y Luz Amparo Noreña, esta última esposa de Luis H Rodríguez, queriendo con esta historia ligar una posible alianza comercial entre el político y los esposos que para ese momento gobernaban la capital musical. Pero dentro del proceso judicial adelantado por el político, tuvo que demostrar con documentos que la empresa fue creada en el año 2006, cuando Berbeo Suarez fue aspirante a la alcaldía de Ibagué y contendor de Luis H Rodríguez, mostró los documentos de la conformación de la empresa como unipersonal, es decir ningún socio, además en la actualidad Boylan Sigue siendo de propiedad de Oscar Alexander Berbeo, quien tan solo vendió los elementos de trabajo más no su razón social, de estos documentos tuvo acceso el Portal de Noticias cambioin.com.
Copia 1: Documento creación de la empresa Boylan y registro de cámara de comercio. Cambioin
Para dejar aún más claro lo del nombre de Boylan, se pudo conocer que ese calificativo fue tomado del libro Hombre Rico Hombre Pobre de Irwin Shaw, en sus páginas 60 y 61, hablan sobre las empresas que tienen la razón social Boylan y que no era la única que existía en 1887. Apartes de la obra literaria.
Copia 2: Libro Hombre Rico Hombre Pobre. Cambioin
Para demostrar ante los estrados judiciales que este proceso no tiene investigación en órganos de control del estado, el propio Oscar Alexander Berbeo, presentó sus antecedentes disciplinarios y penales, al igual que solicitó a la contraloría de Ibagué y a la personaría expedir certificado si sobre esta transacción hecha por empresas privadas, existe algún proceso. La respuesta fue negativa pues en ninguna de las consultas se expresa la existencia de expediente alguno.
Copia 3: Antecedentes disciplinarios y penales, certificados de la contraloría y personería. Cambioin.
Por último el concejal demostró ante el juzgado 5 civil del circuito, que la transacción realizada por Mil 800 millones de pesos, cumplió todos los parámetros legales y que el contratista Jorge Alexander Pérez Torres o el Chatarrero como se conoce, le debía Mil 300 millones de pesos aún del negocio, por eso viabilizó la acción legal a favor de Oscar Berbeo, a quien se le reconoce por daños y perjuicios y costas de abogado la suma de Mil 785 millones de pesos. Curiosamente el deudor no negó la deuda pero explicó que está dispuesto a solucionar el problema por medio de un tribunal de arbitramento, pero en la cámara de comercio de Bogotá.
Copia 4: Proceso ejecutoriado de Embargo a la empresa concretos y cementos. Cambioin
Después de conocido el embargo de estos bienes por parte de la empresa Boylan, queda claro que la transacción comercial realizada por el exconcejal Oscar Alexander Berbeo, fue ajustada a la ley y todo lo que se habló sobre el particular en su momento carece de cualquier soporte legal.
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