De mala gana acudió alcalde de Lérida, al evento con la gobernadora

Una visita sin anfitrión: el asombro de los leridenses. Al caer la tarde, y con el repaso de las múltiples fotografías que dejó la jornada de trabajo en Lérida, los habitantes no podían ocultar su asombro.

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Por: Editor General. cambioin.com

La Gobernadora del Tolima, Adriana Magaly Matiz, cumplió una agenda intensa en el municipio: recorrió obras, escuchó a la comunidad y ratificó su compromiso con el progreso local. Pero en medio de toda esta actividad, hubo un detalle que dejó un sabor amargo.

El alcalde Luis Carlos Amézquita sí estuvo presente. Apareció en los actos, se dejó ver en las fotos y cumplió con la asistencia. Sin embargo, su papel como anfitrión fue, por decir lo menos, decepcionante. No hubo un gesto de cortesía, ni un espacio de cercanía. Ni un almuerzo ofrecido a la mandataria y su equipo, ni un momento digno de reconocimiento institucional.

Resulta increíble que, tras haber recibido el respaldo de la Gobernadora quien trajo consigo la gestión de más de 23 mil millones de pesos en inversión para el municipio, el alcalde no haya tenido la capacidad o la voluntad de ser un buen anfitrión. Más aún cuando no fue él quien la apoyó políticamente en su momento.

Para nadie es un secreto que las fiestas y la organización de eventos son el fuerte del mandatario local. Pero cuando se trata de ejercer el liderazgo con altura y gratitud, parece que la voluntad se esfuma. Porque una visita oficial no se trata solo de cumplir una agenda, sino de construir puentes, fortalecer relaciones y demostrar respeto por quien viene a sumar.

Lérida merecía más. Merecía una recepción a la altura del momento y de los recursos que llegan. Pero lo que vimos fue una presencia fría, carente de empatía y sin el más mínimo gesto de hospitalidad. Como si lo de él fuera solo la fiesta y el trago, pero no el verdadero compromiso con el desarrollo de su pueblo.

Todo porque no quería quedar mal con su jefe político Andrés Fabian Hurtado.

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